Por una reforma fiscal integral, justa y progresiva.

Sobre las últimas medidas del gobierno respecto a IVA e impuestos especiales:

En un contexto de inflación, hay que acometer una bajada importante del IVA y los impuestos especiales que afectan a productos básicos y a los suministros. Con esta medida, los impuestos injustos y regresivos se ven reducidos y se facilita el acceso a los productos de primera necesidad a aquellos que menos tienen y más sufren la crisis.

A pesar de que lo anterior sea una medida urgente, esa bajada debe insertarse dentro de una reforma fiscal integral. La fiscalidad española no requiere medidas transitorias, sino estructurales, en la vía para lograr que sea verdaderamente progresiva.

Apoyamos los dos parches fiscales del gobierno, pero manifestamos que son insuficientes: además de ser transitorios, las empresas harán todo lo posible por eludir su implantación.

Cuatro elementos adicionales PARA UNA REFORMA FISCAL INTEGRAL, JUSTA Y PROGRESIVA:

  1. Impuesto de Sociedades: debe ser estrictamente proporcional a los beneficios, eliminando la mayoría de desgravaciones y deducciones que permiten a las grandes empresas eludir su pago y lo vacían de contenido, alejando el tipo efectivo del nominal. Una pequeña empresa no puede ni debe soportar un tipo impositivo mayor que el de una multinacional.
  2. Impuesto de la Renta sobre las Personas Físicas (IRPF): recuperar el carácter general del impuesto, con una única base imponible, una sola tarifa y ampliando el número de tramos para hacerlo más progresivo. El trato de favor a las rentas del capital es inaceptable y lleva décadas perjudicando de forma expresa y flagrante a la gran mayoría de trabajadores, en favor de los rentistas y las clases improductivas.
  3. Impuesto de Patrimonio: aquellos que más tienen son los que más aprovechan las ventajas y la seguridad que ofrece el Estado social y de derecho. Por ello, éstos son los que más deben participar en su sostenimiento. Además, a mayor posesión de bienes, mayores beneficios se generan a través de rentas del capital, por lo que la acumulación de los mismos es el factor principal de generación de desigualdad. Por estas razones, se hace imprescindible un impuesto específico que obligue a aquellos que acumulan patrimonio a aportar en medida muy superior de la que lo hacen los trabajadores. Además, este impuesto de Patrimonio debe ser necesariamente estatal, para evitar injusticias, asimetrías y el dumping autonómico que lo vacía de contenido.
  4. Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones: bajo las mismas justificaciones que se han expuesto para el impuesto de Patrimonio, se hace imprescindible configurar un Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones de carácter estatal, esencial por su criterio de justicia y por su progresividad. (y porque recauda más de lo que se cree, siempre que se evite la competencia fiscal entre Autonomías que lo ha derogado de facto). Debe fijarse un mínimo exento en todo el territorio nacional que sea suficiente para que no afecte bajo ningún concepto a herencias modestas de familias trabajadoras y, en cualquier caso, deben establecerse facilidades para su pago.

Aparte, es esencial tener en consideración:

  • Que la Unión Europea es fiscalmente un desastre. Sin unión fiscal, el Euro genera profundas distorsiones y desigualdades. El sur de Europa debe plantear una reforma radical de la estructura económica, fiscal y productiva de la unión. No hay más caminos que la Unión fiscal o la quiebra definitiva del proyecto europeo, con enormes costes para los más débiles.
  • Las privatizaciones de empresas públicas como Endesa o Repsol fueron operaciones ideológicas neoliberales para el beneficio del sector privado y en contra de los intereses de los españoles. El fundamentalismo de mercado hizo estragos, exactamente igual que ocurrió en otros sectores estratégicos. La electricidad y la energía son sectores que deben estar en manos del Estado. También debe existir una banca pública. Todo ello es perfectamente compatible con un Estado democrático fuerte y socialmente orientado.
El Jacobino

El Jacobino es un ‘think tank’ nacido en 2021 dedicado a promover un proyecto basado en los principios de libertad, igualdad, justicia y democracia. Creemos en un modelo de Estado social y democrático de Derecho que priorice el bien común y defienda la igualdad de derechos y oportunidades para todos. Nuestra misión es aportar un análisis crítico de la realidad política y social, así como propuestas concretas que enfrenten las desigualdades, la desinformación y los privilegios arraigados en la sociedad generados por el origen, bien sea económico, social o territorial.

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